Más que una historia curiosa, es considerada casi una leyenda en el estado de Pennsyvaldia. Sucedió en la penitenciaría de Pennsylvania, el protagonista de nombre "PEP" fue condenado a cadena perpetua desde el año de 1924.
La historia cuenta que el gobernador del mismo estado de nombre: Gifford Pinchot, lo condeno a perpetua sin derecho a defensa, ni libertad condicional. Si te preguntas cual fue el delito de este pobre can, matar al gato de la amada esposa del gobernador.
Al poco tiempo y ya en prisión, "PEP", se convirtió en la mascota preferida de los prisioneros, vivió preso durante casi una década, y fue registrado con la ficha policial de numero: “C2559”. La cárcel donde vivió y cumplió la condena a su "delito", estuvo en funcionamiento desde 1829 hasta 1971, y en la actualidad es un lugar histórico, y muchos dicen que la prisión esta embrujada, por los graves delitos de lesa humanidad, que allí se registraron.
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